5 Mitos de las motos eléctricas

El uso de las motos eléctricas cada vez es mayor especialmente en núcleos urbanos. A consecuencia de la urgencia de sustituír los vehículos contaminantes por vehículos sostenibles, las grandes marcas automovilísticas invierten todo tipo de recursos para mejorar las características y prestaciones de estos vehículos sostenibles. Algunas de las mejoras más importantes en los últimos años en ese tipo de vehículos son el aumento de la autonomía, la calidad de las baterías y la potencia. 

Sin embargo, son numerosos los mitos sobre las motos eléctricas que afectan negativamente en el momento de decisión de su compra. 

En este artículo te vamos a explicar 5 mitos sobre las motos eléctricas:

La autonomía de las motos eléctricas es muy baja. 

La autonomía varía mucho en función del modelo de moto eléctrica, suele oscilar entre los 40 y los 200 km. Si tenemos en cuenta que los españoles recorren de media 20 km al día, una autonomía media de 120 km es una buena opción para desplazamientos rutinarios. Por otro lado, es importante tener en cuenta que la autonomía depende en gran medida de factores que el propio conductor puede controlar y mejorar aumentando así la autonomía del vehículo. Estos factores están relacionados con la conducción, por ejemplo, mal uso del acelerador o la carga.

Las motos eléctricas son caras.

Cómo cualquier otro vehículo, hay diferentes opciones con características particulares para satisfacer todos los gustos y necesidades. Según las diferentes opciones de marcas y modelos, en el mercado podemos ver motos eléctricas para todo tipo de presupuestos. Sin embargo, hay muchos modelos de precios muy competitivos y características realmente eficientes. Por ejemplo, el modelo Next NX1 o la NIU NQi GT.

Por otro lado, no podemos olvidar los bajos costes de mantenimiento de una moto eléctrica y el bajo precio de su carga, lo que supone un gran ahorro en costes a comparación de las motos de combustible. 

NIU NQi GT

Es casi imposible encontrar un punto de carga.

Si tenemos en cuenta las limitaciones de velocidad de las zonas urbanas, sabremos que este mito solo es eso, un mito. Sin ir más lejos, nuestras motos alcanzan hasta 90 o 120 km/h, velocidad suficiente para desplazarse en la ciudad. Algunos de los modelos que alcanzan estas velocidades son la Eezon E3 Cargo, con una velocidad máxima de 90 km/h o la Rieju Nuuk Cargo que llega hasta los 115 km/h.

Es casi imposible encontrar un punto de carga.

Es cierto que a comparación con otros países europeos como Francia o Alemania, España tiene una cantidad mucho menor de puntos de carga de vehículos eléctricos.

Sin embargo, actualmente la mayoría de las baterías de motos eléctricas se pueden cargar en un enchufe convencional, es decir, la puedes recargar en tu casa como si se tratara de un móvil. También son extraíbles por lo que se pueden extraer de la moto y se transportan de forma fácil y cómoda hasta el enchufe para su carga.

El mantenimiento de las motos eléctricas es muy complejo.

¡Todo lo contrario! Y más si las comparamos con las motos de combustión. Las motos eléctricas, al no tener un motor de combustión ni aceites, necesitan un mantenimiento mucho más sencillo, limpio y mucho más barato. En general, el mantenimiento de una moto eléctrica se remite a la revisión de los neumáticos, frenos y al cambio de batería cuando acaba su ciclo útil. ¿Parece sencillo verdad? Ciertamente lo es. 

En resumen, podemos decir que los factores en lo que se basa la adquisición y uso de una moto eléctrica, como el precio, la velocidad o la complejidad de su mantenimiento, tienen aspectos y rendimientos eficientes y positivos. 

Si quieres usar una moto eléctrica, no utilices estos mitos como excusas y únete a la movilidad sostenible, ya sea comprando una moto eléctrica o contratando un servicio de renting. 

¡Apuesta por una movilidad sostenible!

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